En el municipio de Matamoros, al norte de Tamaulipas, yacen desde el siglo XX cientos de tamaulipecos que mueren sin que nadie los reclame. Ahora, el brote potencial de COVID-19 ha obligado a las autoridades a alistar esa mima fosa común para los posibles decesos ocasionados por el virus.
El lugar para la sepultura se localiza dentro del panteón municipal de la Santa Cruz, en el ejido las Rusias, donde serán enterrados temporalmente los cuerpos que no puedan ser procesados rápidamente por las funerarias.
Los trabajos de excavación y preparación de tumbas comenzaron esta semana, en el estado que ya acumula 86 casos positivos por coronavirus.
La Secretaría de Salud de la entidad informó que durante la tarde y noche del martes se confirmaron cuatro nuevos pacientes con COVID-19. Los casos corresponden a dos hombres, de 40 y 43 años originarios de Tampico, así como una mujer, de 64, y un hombre, de 31, de Ciudad Madero. Todos ellos se encuentran bajo estricto aislamiento domiciliario.
Tamaulipas también cuenta con 438 casos negativos, 178 sospechosos y tres defunciones.
Nota completa en: Infobae
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